Hace unos días un familiar me dijo que no creía en el avance del coche eléctrico. Y sus ideas me parecen perfectas para desmontarlas 🙂
Su argumento, que a él le costaba recargar su coche tres minutos y a mí ocho horas. Como es un comentario que recibo cada cierto tiempo, voy a explicar para la posteridad como en realidad me cuesta mucho menos que a mi familiar.
Para empezar, es muy probable que a mi familiar le cueste un poco más de 3 minutos. Vamos a ponerle 7 y si no tiene cola para pagar. Por ser puntilloso.
Pues a mi, me suele costar 1 minuto. Y es que hay que hacer una diferenciación importante entre lo que me cuesta a mi, y lo que le cuesta al coche.
Es cierto, que al coche, si está totalmente descargado, y le aplico una carga lenta (que es lo que suele ser habitual todos los días) puede ser que esté cargando ocho horas. Pero la realidad, es que es irrelevante lo que le cuesta al coche. Lo realmente importante es el tiempo que me cuesta a mí estar pendiente.
El coche se pasa la mayoría del tiempo aparcado en casa o en el trabajo, en total alrededor de 20 horas al día como poco, a mi coche le sobran 12 horas para realizar esa recarga. Aunque da un poco igual que me sobren 12h que 13h que 10h. Me da igual las horas que sean, porque lo importante es el minuto que a mí me cuesta recargar. Exactamente el tiempo que me cuesta abrir el maletero, sacar el cable de recarga y el tiempo que me cuesta luego guardarlo.
Para que no me digan que no lo cuento todo, si, de vez en cuando hace falta una carga rápida para llegar al sitio. Y si, hay que conseguir que la red de recarga actual funcione bien y sea creíble. Y si, a más vehículos eléctricos es necesaria una mejor y amplia red de recarga. No vivimos en un mundo de color de rosa. Pero menos rosa lo ve el fumador al que el médico le dice que deje de fumar. Así que apliquemos la moraleja y evolucionemos.
Y si, de vez en cuando paras 20-30 minutos para una recarga rápida. Y tratas de hacerlo al lado de algún donde comer, te adaptas un poco. A mi no me parece una tragedia. El que prueba, repite, solo digo eso.
Me adelanto ya a los negacionistas de manual. Si no se dispone de ese punto de confianza casa o el trabajo, no es momento de comprarte un coche eléctrico. Lo mismo si la autonomía no te cubre tus necesidades y lo mismo si el precio te parece todavía demasiado excesivo.
Ahora bien, sí que te recomendaría que empezarás a pensar en ello. Porque viendo el tipo de publicidad que están haciendo todos los fabricantes de coches, nos podemos imaginar el futuro. Ya quedan pocas dudas de hacia donde vamos y ahora de lo que se trata es de superar los dificultades que existen por el camino. Muchas de ellas las explico en mi libro Todo lo que debes saber sobre el coche eléctrico.
Alternativa, la bicicleta, que es lo más sano que hay.

✔ ¿Es el coche del futuro?
✔¿Es rentable la inversión?
✔ ¿Tiene la autonomía adecuada para mí?
✔ ¿Comprar un coche eléctrico ahora?
✔ ¿Qué opciones para recargar dispongo?
✔ ¿Cuánto tiempo me va a costar?